Denuncia desorden en la administración de tratamientos médicos y falta de supervisión con los usuarios que presentan algún tipo de demencia. Marea de Residencias dice que la situación viene de antes de la pandemia
La pandemia puso a geriátricos y residencias de discapacitados en el foco pero superada la crisis sanitaria las atenciones que reciben nuestros mayores en estos centros siguen en entredicho. Un usuario de la residencia Caser de Santo Ángel (Murcia) ha denunciado la calidad con la que se le atiende. Él se llama Julián García-Mascaraque, tiene 62 años y tiene varias patologías. Ocupa en ese centro una de las plazas que el Instituto Murciano de Acción Social tiene concertada con la empresa.
En conversación con Onda Regional cuenta que por sus enfermedades debe mantener una dieta específica pero en la residencia los menús no se ajustan a su situación. También afea cierto desorden en la administración de tratamientos médicos, en su caso la insulina. Julián nos cuenta que incluso ha sufrido demoras de hasta 3 días para ser asistido por un médico. Critica que la falta de personal hace también que los usuarios más vulnerables, los que sufren demencia no estén bien supervisados. Sus quejas van incluso más allá se les hacen cargos en sus cuentas sin especificar el concepto. Él cuenta que "nos quitan dinero de las cuentas y luego le preguntas a la trabajadora social que cuáles son esos cargos y no te dan explicaciones".
Esto le ha llevado a denunciar su situación en la comisaría de Policía Nacional de El Carmen. Dice que ha sido el propio personal del centro quien le ha instado a dar a conocer la situación. Julián cuenta que "las trabajadoras están igual que yo, no quieren denunciar por miedo al despido. Ellas han sido quienes me han animado. Ellas dan buen tratamiento con los pacientes pero todo viene de dirección".
MAREA DE RESIDENCIAS PIDE MEJORES INSPECCIONES DEL IMAS
Esta situación parce no ser aislada. La plataforma Marea de Residencias tiene constancia de denuncias similares. Señalan que antes de la crisis sanitaria constaba falta de personal y situaciones que daban lugar a pérdidas de peso intensas en usuarios. Encarna Vera de Marea de Residencias explica que en "la pandemia se justificó que todo era sobrevenido pero es que denuncias en Fiscalía y en juzgados de guardia hay más de una". Vera subraya la necesidad de mejorar los mecanismos de control sobre estas residencias por parte de la administración autonómica. Pide que las inspecciones a estos centros se hagan sin previo aviso para que las empresas que las gestionan no "maquillen la situación".
Onda Regional ha solicitado a la Consejería de Política Social datos sobre este asunto tales como el número de quejas sobre esta residencia registradas en el IMAS y también la frecuencia y el resultado de las inspecciones que se practican. De momento, no hemos obtenido respuesta. Fuentes de Caser nos dicen que no les consta denuncia alguna ni en las propias instalaciones de Santo Ángel ni a sus servicios centrales.
