El secretario general de FROET dice que transportistas y Gobierno tienen asuntos sobre la mesa de diálogo muy importantes, como la limitación de la cadena de subcontrataciones
La convocatoria de un paro patronal indefinido en el sector del transporte, anunciado para la medianoche del próximo domingo por la Plataforma de Defensa del Transporte, ha encontrado reacciones de rechazo prácticamente a todos los niveles. Sólo VOX ha expresado claramente su respaldo a una movilización que las patronales representadas en el Comité Nacional del Transporte consideran injustificada y sobre cuyas consecuencias alertan sectores como la hostelería o el campo.
La posición del Gobierno central la ha fijado la ministra portavoz del ejecutivo, Isabel Rodríguez, que ha pedido "responsabilidad" a los promotores del paro. No es el momento de iniciar una protesta de este tipo, explicaba, y menos aún si se pretende justificar por un supuesto incumplimiento de la ley. En ese caso, dice la ministra portavoz, lo que los transportistas deben hacer es denunciar.
Esta misma tarde, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, decía que la protesta "no se entiende" porque el Gobierno ha cumplido su compromiso con un sector que ha recibido más de 1.400 millones de euros de apoyo financiero. Esos mismos argumentos eran los que manejaba el delegado del Gobierno en Murcia, José Vélez.
El paro convocado por la Plataforma no ha encontrado más respaldo entre las formaciones políticas que el de VOX. El PP le ha exigido al Gobierno que se reúna con los transportistas, pero ha eludido dar su apoyo explícito a la movilización. VOX sí es más contundente: su portavoz parlamentario, Iván Espinosa de los Monteros, dice comprender la iniciativa de un sector al que el gobierno "engañó e insultó".
La convocatoria de paro tampoco cuenta con el apoyo de las patronales del Transporte por Carretera y ha sido recibida con muchos recelos por otros sectores productivos.
La posición mayoritaria entre las organizaciones que forman parte del Comité Nacional del Transporte por Carretera la ha dejado muy clara el secretario general de FROET, Manuel Pérezcarro: para la patronal murciana la negociación con el gobierno está abierta y es fluida, así que una protesta de esta naturaleza no tiene justificación en estos momentos.
Los transportistas y el ejecutivo tienen ahora mismo sobre la mesa de diálogo asuntos muy importantes, como la limitación de la cadena de subcontrataciones que, en opinión de Pérezcarro, está en la raíz de muchos de los males que aquejan al sector.
El secretario general de FROET lanza también un aviso a navegantes en previsión de lo que pueda ocurrir a partir del domingo: recuerda que el gobierno tiene la obligación de garantizar que quienes decidan ir a trabajar van a poder hacerlo sin sufrir amenazas ni, por supuesto, agresiones como las que se produjeron durante la protesta del pasado mes de marzo.
A este respecto conviene no perder de vista lo que subraya el secretario del sector de Carretera y Logística de Comisiones Obreras en la región, Paco Vega: la convocatoria de la Plataforma para la Defensa del Transporte no es, de ninguna manera, una huelga. Es un paro patronal que no incluye a los trabajadores por cuenta ajena y que tampoco ampara la organización de "piquetes informativos".
A CCOO también le parece "desproporcionada" esta protesta. Apenas han pasado ocho meses desde que el gobierno pactó la actual ley con los transportistas, aunque Vega coincide en que se hace muy poco por garantizar su cumplimiento.
Nos queda por escuchar a otros sectores que pueden verse afectados por un paro de los transportistas. Por ejemplo, al campo.
El presidente de la Federación de Cooperativas Agrarias de la región, Santiago Martínez, reconoce que está preocupado. Con el calor que está haciendo, hay productos que no pueden aguantar en el bancal cuando les llega el momento del corte. Que se pare la distribución puede ser un desastre. Martínez tiene todavía recientes los problemas que originó la protesta de hace unos meses. Por eso espera que esta vez se respeten los servicios mínimos.
Otro sector, el de la hostelería, también teme los efectos de un paro. Emilio Gallego, secretario general de Hostelería de España, espera que se tomen medidas para evitar que sean ellos los que acaben pagando los platos rotos del transporte.
