La organización muestra su apoyo a la petición de la Fiscalía de suprimir los cultivos en tres parcelas próximas a la corta minera Los Blancos por contaminación de metales pesados
La Plataforma de Afectados por metales pesados, satisfecha tras la petición de la Fiscalía de Cartagena de suprimir los cultivos en tres parcelas próximas a la corta minera Los Blancos por contaminación de metales pesados. El fiscal pide a la Comunidad Autónoma que declare la zona suelo contaminado.
La consejería de Medio Ambiente no se pronuncia de momento sobre las peticiones del Ministerio Público. El Fiscal plantea medidas cautelares en tres parcelas próximas a la mina Los Blancos tras detectar metales pesados en concentraciones muy peligrosas que ponen en riesgo, dice el escrito, a potenciales consumidores, incluso trabajadores agrícolas. Según muestras tomadas por agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA), el plomo supera más de 200 veces el valor permitido y el arsénico casi 100. Fiscalía plantea ahora, además de la paralización inmediata de los cultivos, el envío de datos a la dirección general de Medio Ambiente para declarar las parcelas como suelo contaminado y la intervención de la Fiscalía General del Estado. Propone también requerir a Portmán Golf para que asuma la restauración y aislamiento de la finca. Juan Francisco Ortuño es vecino de El Llano del Beal y miembro de la plataforma de afectados por metales pesados.
Pero cuáles son las consecuencias para la salud de niveles altos de metales de plomo, cadmio, arsénico, zinc, cobre o níquel como los registrados en estas parcelas de la Sierra Minera. Miguel Motas, toxicólogo e investigador de la Universidad de Murcia, es claro. Su impacto depende de la dosis pero todos los metales analizados son tóxicos, provocan alteraciones gastrointestinales, endocrinas y del sistema inmunitario, problemas de riñón, huesos, hígado, cáncer y la muerte en casos extremos. Una muestra:
Entre los más estudiados se encuentra el plomo, especialmente tóxico para el sistema nervioso de los niños. Puede producir retraso mental, déficit de memoria, sordera o hipertensión. Cuando estos metales aparecen juntos se produce además un efecto cóctel que aumenta su toxicidad. Miguel Motas alude al riesgo de cultivar cualquier alimento en terrenos con estos niveles de contaminación.
