La hermana del jornalero nicaragüense, fallecido en 2020 por un golpe de calor mientras trabajaba en el campo, lamenta que, después de dos años, apenas se haya avanzado en la investigación
ALFONSO MARTÍNEZ | REDACCIÓN
En menos de dos meses se van a cumplir dos años de la muerte del jornalero nicaragüense Eleazar Blandón, que falleció tras sufrir un golpe de calor y no recibir la asistencia sanitaria a tiempo. A pesar del tiempo transcurrido, la justicia aún no ha determinado si hubo alguna negligencia.
El 3 de agosto de 2020 el peón agrícola Eleazar Bladón sufrió los efectos de las temperaturas de ese día que alcanzaron los 44 grados. Tras ser presuntamente abandonado en la puerta del centro de Salud de Sutullena (Lorca) finalmente terminó muriendo. Casi dos años después poco se sabe de los motivos de su fallecimiento. Su hermana, Ana Blandón, ni siquiera sabe si se pudo personar como acusación particular. Su abogado le indica que es muy difícil que pueda cobrar una indemnización porque la empresa del capataz, único inculpado en la causa, "se ha declarado insolvente. No tiene ni seguro ni nada", ha indicado a Onda Regional.
Desilusionada con su aventura en España, Ana está haciendo las maletas para regresar a Nicaragua. La hermana de Eleazar lamenta que la muerte de su hermano no haya servido para mejorar las condiciones de los trabajadores agrícolas. "La empresa sigue trabajando normal, en las mismas condiciones de antes. Cuando oigo lo de la ola de calor, pienso que ojalá no le pase a nadie lo mismo que le pasó a mi hermano".
PIDEN MÁS CONTROLES EN EL CAMPO
El sindicato CCOO espera que la inspección de Trabajo controle las condiciones en las que se trabaja estos días de intenso calor en el sector de la construcción y en el agrícola en la región. Por convenio, la jornada en el campo tiene que ser estos días intensiva, y los trabajadores tienen que contar con agua, espacios de sombra y, si el calor aprieta más, interrumpir la jornada antes de tiempo.
Juan Blázquez, secretario de Salud Laboral de CCOO en la región, explica que el sector de la agricultura tienen reconocida en convenio la jornada de trabajo intensiva cuando las temperaturas son muy altas. No ocurre lo mismo en el convenio de la construcción. Por eso, CCOO pide a los empresarios que apliquen esas medidas de prevención para evitar situaciones como la ocurrida ayer con un trabajador de una grúa en Mula.
Blázquez asegura que la inspección de Trabajo se comprometió a realizar controles imprevistos en las obras y en las fincas agrarias para controlar que los empresarios adoptan estas medidas preventivas, pero, de momento, no tiene constancia de que se hayan realizado.
