El trabajo de Vicente Martínez, dirigido por Pilar de la Rúa, investigadora principal del grupo de Filogenia y Evolución Animal de la Universidad de Murcia, analizó estos insectos en parcelas de Sierra Espuña
MACU ALEMÁN. Cartagena
Más del 75% de los cultivos del planeta son viables gracias a las abejas. La población de estos polinizadores está en declive en todo el mundo entre otras razones por el uso de pesticidas, los monocultivos o la expansión de patógenos. De la importancia de conservar estos insectos habla una investigación de la Universidad de Murcia con abejas silvestres del parque regional de Sierra Espuña.
Se trataba de comprobar si uno de esos patógenos, responsable de este declive en abejas productoras de miel, estaba también presente en otras variedades de abejas y polinizadores silvestres. Y sí, el hongo en cuestión se encontró en nueve especies, lo que da idea de su capacidad de dispersión. El autor del trabajo es Vicente Martínez, dirigido por Pilar de la Rúa, investigadora principal del grupo de Filogenia y Evolución Animal de la Universidad de Murcia.
El comercio de polinizadores para uso agrícola también ha contribuido de forma paradójica a expandir los patógenos capaces de infectar y enfermar a las abejas. Además, los fenómenos meteorológicos asociados al cambio climático, el exceso de calor o el frío, los plaguicidas o los monocultivos están detrás de su desaparición. Una mezcla de causas que varían en cada territorio, según los expertos. Mañana es el día mundial de las abejas. Una ocasión para pensar sobre el papel de estos insectos en la biodiversidad y en la supervivencia de la especie humana.
EL SECTOR APÍCOLA SE ENFRENTA A UNA CAMPAÑA ATÍPICA CON LLUVIAS CASI DIARIAS
400 apicultores, más de 100.000 colmenas y 600 toneladas de miel extraída cada año. Son los datos del sector apícola en la Región de Murcia. Los productores de esta Comunidad se enfrentan a una campaña atípica con lluvias casi diarias, frío atípico y ahora extremo calor.
Jesús Mateos, de Apideflor dice que la lluvia ha permitido al menos una intensa floración y ahora sólo esperan que el extremo calor no se prolongue muchos días.
El trabajo de estos profesionales no es sencillo y no se limita a la campaña. Hay que cuidar a las abejas, alimentarlas, darles agua y velar para evitar que enfermen. Para Jesús, casi como si fueran sus hijas.
