Entre ellos se encuentra el murciano Fernando Ríos. La sociedad está formada por más de 1.500 establecimientos en España
REDACCIÓN. Murcia
Llevan 13 años peleando y el Supremo ha venido a darles la razón al considerar que la compra de acciones del capital extranjero vulneraba claramente su derecho de adquisición preferente cuando Interflora pasó de ser una asociación de profesionales a una sociedad. Un fondo de inversión italo-francés fue adquiriendo participaciones y sólo nueve resistieron la presión desde puntos tan distantes como Tenrife, Oviedo, Burgos o Murcia. Califican su lucha como la de David contra Goliat, y están satisfechos de que el alto tribunal haya dicho que la actuación del fondo fue contraria a ley. Fernando Ríos denuncia que su manera de trabajar era lo más parecido a una dictadura.
Los litigantes tienen ahora luz verde para recomprar las acciones y ponerse a trabajar. Tienen inversores de los que tirar. Su objetivo es desterrar las prácticas que consideran inapropiadas sin renunciar a la venta on-line y otras opciones. En cualquier caso quieren mantener el espirítu fundacional que les prestigia desde 1950: transmitir ramos de flores directamente y sin intermediarios.