Andrea Morales: "Vacunamos matrimonios de ancianos que llevaban un año recluidos"

JOAQUÍN AZPARREN. Murcia

Cada día en este informativo les damos cuenta de cómo transcurre la vacunación del coronavirus, pero en esta ocasión nos detenemos en hablar con los profesionales que lo hacen posible. El personal de enfermería que, sin solución de continuidad, inocula las dosis en los brazos de los ciudadanos que acuden a los llamados "vacunódromos".

Y el ejemplo lo tenemos en Andrea Morales, una enfermera destacada estos días en Cieza donde forma parte del equipo que este viernes tenía previsto suministrar el fármaco a unos dos mil usuarios.  Andrea nos contaba cuál es el ambiente en estos recintos donde se ponen las dosis sin descanso. A esta enfermera le impresionó sobre todo la primera fase cuando acudían los más mayores, algunos recluídos en casa desde hacía más de un año.

Los más jóvenes sí que se acuerdan de inmortalizar ese momento con ayuda de sus teléfonos móviles. A ella no le importa salir en la foto. Y de los momentos más relajados, a los más emotivos, esos que dejan huella a pesar del paso de los meses y de miles y miles de inyecciones, como el caso de una mujer de unos 50 años, con varias patologías, que lloraba de felicidad al recibir la dosis. Andrea Morales hoy comparte la alegría de quienes vacuna como compartió los momentos de tristeza en los días más duros de la pandemia cuando le tocó vivir la asistencia en residencias de ancianos contaminadas por la pandemia .