La única opción posible para que no se urbanicen esos terrenos es que las administraciones los compren, una opción que no está sobre la mesa ni del Ayuntamiento de Cartagena, ni de la Comunidad Autónoma
M. ALEMÁN / S. AZPARREN / Á. BOLUDA / Cartagena / Murcia
La última pinada de La Manga del Mar Menor está en peligro. Organizaciones vecinales y colectivos ecologistas denuncian la destrucción de plantas protegidas como palmitos en una parcela que permanecía salvaje para construir un nuevo chalet. Estará emplazado en la única ladera de esta cala que permanecía sin urbanizar. La obra va a implicar, además, el corte del acceso al mirador de Cala del Pino. Según han podido comprobar miembros del colectivo "El Mar Menor de los Niños" desde hace días se están produciendo los preparativos de obra y la limpieza del terreno en la zona más alta de la Cala del Pino, junto al mirador, para la construcción de una vivienda. Según Francisco Ruiz, miembro del colectivo, se va destruir uno de los pocos lugares de La Manga donde permanecía el paisaje mediterráneo.
El Ayuntamiento de Cartagena ha otorgado licencia municipal para hacer la obra porque vienen a decir, no les ha quedado otra. La urbanización cuenta con el preceptivo informe favorable de Medio Natural, esto es, la administración regional. Recuerdan desde el consistorio, que el promotor debe contratar a un profesional que controle la ejecución del proyecto de acuerdo con las directrices de Medio Natural en cuanto a la conservación o traslado de especies protegidas, algo esto último que, a tenor de lo que denuncian los vecinos no se ha producido.
Desde el consistorio depositan la pelota sobre el tejado de la comunidad, dicen que "la administración competente para inspeccionar y sancionar al respecto es Medio Natural". Esta emisora ha tratado de ponerse en contacto sin éxito con dicho departamento. El colectivo "El Mar Menor de los Niños" acusa de dejación del Ayuntamiento de Cartagena y de la Comunidad Autónoma por no ofrecer alternativa a la promotora de la obra para que realice la construcción en otra zona. Este colectivo muestra su desconcierto porque, recuerdan, en ese mismo lugar hay estructuras abandonadas y muchos inmuebles a la venta.
La organización naturalista ANSE recuerda que esa parcela, como otras sin delimitar de la Cala del Pino, se encuentran sobre suelo urbanizable consolidado, no se consideraría nuevo desarrollo urbanístico y por tanto no están afectadas por la moratoria urbanística del Mar Menor. La única opción posible para que no se urbanice en esos terrenos es que las administraciones los compren, una opción que parece no está sobre la mesa ni del ayuntamiento, ni de la comunidad.
Otra organización, Ecologistas en Acción cree que se debería buscar la fórmula para restaurar y mantener los espacios naturales que quedan en La manga, bien por las especies protegidas que albergan o por el interés paisajístico. Pedro Luengo, portavoz de esta entidad, reclama a las administraciones implicadas que "preserven esas áreas más interesantes de La Manga sin construir y que desincentiven esas nuevas construcciones".
El partido MC, el grupo mayoritario en el pleno de Cartagena acusan a la administración local de "ocultar siempre todo lo que tiene que ver con la Cala del Pino". A falta de conocer los detalles del expediente, dice su portavoz adjunto, Jesús Giménez, que están alarmados ante las informaciones que se vienen conociendo. Giménez dice que les alarma "que se sigua construyendo en primera línea y que se esté destruyendo la naturaleza que queda en el Mar Menor".
