Las asociaciones memorialistas de la Región de Murcia ya han registrado el informe documentado y argumentado, con más de 200 nombres, ante el Ministerio de Memoria Democrática
El próximo verano la Secretaría de Estado de Memoria Democrática puede iniciar de oficio la retirada de vestigios y cambio de nombres relacionados con la dictadura. La Federación de Asociaciones de Memoria Histórica en la comunidad murciana ha registrado el informe completo y documentado ante el ministerio correspondiente.
Bernardo Sánchez, vicepresidente de la Federación, destaca en la redacción del informe la colaboración de los historiadores Pedro María Egea Bruno y de Rufino Garrido Martínez. Son 224 páginas con el relato de más de dos centenares de restos franquistas, actualizado a día de hoy.
Todos los casos relatados han sido comunicados hace meses a los municipios implicados. Ahora, con la documentación facilitada al Ministerio de Memoria Democrática, la ley permite que se actúe de oficio para retirar nombres y símbolos. Hay municipios que necesitan una actuación a fondo, como San Pedro del Pinatar, o barrios como el de Vistabella en Murcia, un lugar que nació en las décadas de los años 40 y 50 del siglo pasado con una renta limitada y con una planificación acorde a ideologías totalitarias. Eran casas para gente adepta al régimen franquista. Su población, que ha evolucionado y se ha rejuvenecido con el tiempo, vive ahora en medio de 17 calles con nombres que favorecieron la dictadura.
El dedo acusador de las asociaciones memorialistas señala también vestigios de propiedad privada que tienen gran visibilidad, como el ángel con yugo y flechas que puede verse al pasar el Puerto de la Cadena. Y otros en lugares destacados, como la placa de Jose Antonio que se ve en la Catedral de Murcia.
Los nombres de algunos centros escolares, como ocurre con un instituto de Lorca llamado "Ibáñez Martín", al que documentan como el "mayor depurador de funcionarios" de la dictadura, o los tres con el nombre de "Juan de la Cierva". También señala Bernardo Sánchez la necesidad de recuperar el nombre de Parque de Tentegorra al actual "Rafael de la Cerda y Bárcenas", conspirador contra la II República, igual que anota por llamativa la denominación de un colegio en Fuente Álamo con el nombre del líder de la Falange.
