Habían instalado invernaderos subterráneos a los que se accedía a través de plataformas elevadoras hidráulicas ocultas
Cuatro hombres y cuatro mujeres de nacionalidad española, boliviana, colombiana y paraguaya han sido detenidos en Alguazas como presuntos autores del cultivo y elaboración de droga en dos búnkeres con 2.300 plantas de marihuana, informa la Guardia Civil.
La operación ‘Brussin’ se inició en abril tras un robo de grandes cantidades de productos fitosanitarios de un almacén de Cobatillas con el método del alunizaje, empleando para ello una furgoneta que había sido sustraída de una empresa de alquiler de vehículos. Las pesquisas practicadas para esclarecer el robo permitieron que la Guardia Civil ubicase este vehículo en los aledaños de unos invernaderos dedicados al cultivo de plantas ornamentales, sitos en un paraje rural de Alguazas.
Ante las sospechas de que los productos fitosanitarios sustraídos tuvieran como destino final esas instalaciones, se iniciaron una serie de dispositivos operativos de vigilancia e investigación. De esta forma, la Benemérita obtuvo información suficiente para sospechar del posible cultivo de marihuana en la finca.
Las parcelas estaban valladas y dotadas de medios activos de vigilancia como cámaras, alarmas y perros adiestrados, todo lo cual fue puesto en conocimiento de la autoridad judicial quien otorgó los mandamientos de entrada y registro. Recientemente, la Guardia Civil llevó a cabo el registro de las dos fincas,en una de los cuales los agentes hallaron, oculta detrás de una pared, una plataforma elevadora mediante un sistema hidráulico que permitía bajar a otra estancia subterránea de unos 200 metros cuadrados.
En ese recinto, la Benemérita localizó hasta 30 kilogramos de cogollos de marihuana, en proceso de secado, así como la práctica totalidad de los productos fitosanitarios sustraídos del almacén de Cobatillas, identificados éstos mediante su número de lote y valorados en cerca de 10.000 euros. A escasos 200 metros de este primer enclave, los agentes accedieron a una nave agrícola donde también se localizó, detrás una pared falsa, un elevador hidráulico que comunicaba la nave con otra estancia inferior de unos 400 metros cuadrados, donde fueron localizadas 2.300 plantas de cannabis sativa.
En esa hermética estancia, que carecía de cualquier acceso al exterior que no fuera el elevador, la Guardia Civil sorprendió a cinco personas que supuestamente se encontraban realizando tareas de cultivo, mantenimiento y manipulación de las plantas.
En otro almacén superficial, los investigadores hallaron 15 equipos de aire acondicionado nuevos, 1.000 litros de combustible y 2.000 litros de potenciadores del crecimiento vegetal, distribuidos en 130 garrafas. El coste total de las instalaciones y materiales se estima en más de medio millón de euros.
