La pandemia, el confinamiento o la ansiedad pasan factura a los niños alterando el sueño y generando casos terrores nocturnos. La Arrixaca lleva un mes realizando estudios de polisomnografía para analizar el trastorno
La pandemia, el confinamiento o la ansiedad pasan factura a los niños alterando el sueño y generando en algunos casos terrores nocturnos. El hospital Virgen de la Arrixaca lleva un mes haciendo estudios de polisomnografía, en un nuevo servicio que analiza el trastorno del sueño en niños con el objetivo de alcanzar un diagnóstico precoz y adecuado.
Los trastornos del sueño en niños pueden alterar su desarrollo normal, su estado emocional o la capacidad cognitiva repercutiendo todo ello en su rendimiento escolar. Un trastorno que se estudia en el servicio de Neurofisiología pediátrica de la Arrixaca, con una vigilancia nocturna durante tres noches para detectar de forma adecuada posibles apneas derivadas de problemas óseos o neuronales, según indica María Concepción Maeztu, jefe del servicio de Neurofisiología Cínica de la Arrixaca.
Maeztu asegura que otros factores como las pantallas también alteran el sueño en los niños ya que la luz azul engaña al cerebro y no segrega la melatonina necesaria para alcanzar el sueño.
En estos momentos hay 20 niños a la espera de realizar este estudio del sueño y se espera que a lo largo del año se alcancen los cien e incluso se realicen también para adultos, según explica el consejero de salud, Juan José Pedreño.
