La cuenca hidrográfica continúa en situación de 'alerta' y el trasvase mejora ligeramente debido a las aportaciones de agua en los embalses de cabecera y la introducción de agua desalada
La falta de lluvias mantiene bajo mínimos la reservas de la cuenca del Segura que, de no haber precipitaciones, entrará en marzo en situación de sequía prolongada. A partir de ese momento se podrá plantear la puesta en marcha de los denominados 'pozos de sequía' de la cuenca.
Un análisis general de situación ha hecho este martes la Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica cuyo presidente, Mario Urrea, dice que se ha notado cierto alivio por la bajada de las temperaturas. Las necesidades de agua son menores y por lo tanto se produce ahorro. Urrea advierte que las previsiones siguen siendo preocupantes y que hay agricultores conscientes de que tienen que aplicar recortes en las producciones.
El presidente del órgano de cuenca dice que no será hasta la primavera cuando decida la declaración formal de sequía y a partir de ahí habrá más restricciones y se permitirán los pozos. La cuenca hidrográfica continúa en situación de 'alerta', mientras que el trasvase del Tajo debido a la mejora en los volúmenes de agua en la cabecera (Guadalajara) y a la introducción de agua desalada, ha permitido una ligera mejoría, pasando de 'alerta' a 'prealerta'.
La Junta de Gobierno ha tratado el cierre del año hidrológico, que concluyó el pasado mes de septiembre, y en el punto del día está el presupuesto ejecutado de 30 millones de euros, con un grado de ejecución del 54 por ciento, según desveló la consejera de Agricultura, Sara Rubira.
Se recordó además la decisión de la Comisión de Desembalse de restringir el 25 por ciento y en una semana de control de tal decisión sumado a la bajada de las temperaturas, con la menor demanda de los cultivos que ello supone, supone un ahorro en los embalses del doce por ciento. En este sentido, Rubira ha denunciado el “independentismo hídrico” del Gobierno de España que le ha restado al Levante 50 hm3 en el último año hidrológico. La consejera asegura que “el último año hidrológico, la cabecera del Tajo ha recibido un 25 por ciento más de caudales, en cambio los envíos al Levante han bajado”.
Por último, en la reunión se ha tratado la adopción de medidas en el acuífero de Ascoy para lograr frenar su sobreexplotación y limitar las extracciones de agua por parte de los regantes.
"De tal manera -explicó Urrea- que los recursos se extraigan únicamente de aquellos sondeos que son productivos y que tienen una menor afección, independientemente de que también se les va a exigir ya a determinadas Sats o sociedades agrarias de transformación que se constituyan en comunidades de regantes que es lo que la ley dice que hay que hacer para entrar en ese plan de ordenación", agregó. Las aportaciones del trasvase en el pasado año hidrológico han sido de 247 hectómetros cúbicos entre abastecimiento y regadío.
Preguntado por su posible aportación al documento que presentará al Miteco la Consejería de Agricultura sobre afección de los nuevos caudales ecológicos del Tajo al trasvase, Urrea respondió que no habrá porque ya se hicieron en su día cuando se elaboró el plan de cuenca del Tajo.
"Nosotros sí que hicimos un estudio de las implicaciones que tendría las minoraciones de los volúmenes trasvasados desde la cabecera y las compensaciones que se pretendían con la desalación, con el incremento de desalación, y todos somos conscientes que hay que ampliar las plantas desalinizadoras de Torrevieja, Águilas y Valdelentisco", afirmó.
