Según el director del CEBAS, Juan José Alarcón, se refiere a algunas zonas concretas de la región, repartidas entre el Valle del Guadalentín y el Campo de Cartagena, en las que no ha habido actividad agrícola
Este verano está dejando muy claro que el cambio climático no sólo es una realidad, sino que sus efectos están siendo apreciables mucho antes de lo que algunos esperaban. El aumento de las olas de calor, la reducción de los días de frío, la disminución de las precipitaciones y su cada vez más frecuente carácter torrencial, son también retos a los que tendrá que enfrentarse el modelo agrícola de esta región. El director del CEBAS, Juan José Alarcón, cree que la tecnología hará posible que la mayor parte de la actividad agraria de la región se adapte a las nuevas condiciones; pero advierte de que es muy probable que algunas zonas de la región, conquistadas recientemente por la agricultura intensiva, tengan que renunciar a mantener ese tipo de producciones.
Alarcón se refiere a algunas zonas concretas de la región, repartidas entre el Valle del Guadalentín y el Campo de Cartagena. Áreas en las que históricamente no ha habido actividad agrícola y que sólo muy recientemente han sido "conquistadas" para una agricultura intensiva que difícilmente podrá sostenerse con el cambio climático.
Por supuesto esa no será la norma: el futuro de la actividad agrícola está garantizado en la región, aunque eso no significa que vaya a ser necesario introducir cambios: habrá que ser más eficientes en el uso del agua y mucho más cuidadosos con la conservación de los suelos, reduciendo la frecuencia de arado de las fincas y apostando por fertilizantes orgánicos. Y habrá también que introducir nuevas variedades, más resistentes a las altas temperaturas y menos necesitadas de agua.
En el caso de los frutales, dice Alarcón, también habrá que buscar variedades que ya no necesiten días de mucho frío para asegurar una producción abundante y de calidad.
Y no sólo los frutales: el director del CEBAS cree que la región también tiene que reorientar su producción de cítricos.