El enfermero murciano y vicedecano de la UCAM, Manuel Pardo, señala, tras su vuelta de Turquía, que se trae el agradecimiento de cientos de familias turcas y el momento del rescate de una mujer que se alargó 14 horas
Miles de personas viviendo en campamentos provisionales en un invierno gélido y una lista de víctimas que aumentará en las próximas semanas conforme avance el desescombro. Es lo que deja atrás el enfermero murciano y vicedecano de la UCAM, Manuel Pardo, recién llegado a Murcia después de colaborar una semana en tareas de salvamento con el equipo de Bomberos Unidos.
Algunas organizaciones estiman en 34.000 los muertos en los terremotos de Turquía y Siria pero las cifras más pesimistas parece que se quedarán cortas. La catástrofe ocurría sobre las cuatro de la madrugada y se cuentan por miles los edificios colapsados sólo en Turquía. Los trabajos de desescombro han comenzado ya, explica el enfermero murciano, Manuel Pardo, que acaba de regresar del país tras colaborar con la ong Bomberos Unidos.
El equipo estuvo también en contacto con muchas de las personas que viven ya en campamentos provisionales tras haberlo perdido todo. Comienza para ellas otra etapa tan dura como la anterior. A la pérdida de vidas humanas se suma la reconstrucción de las zonas afectadas y van a seguir necesitando mucha ayuda internacional.
Un momento para no olvidar: el rescate de una mujer a la que sacaron de los escombros tres días después del terremoto. El rescate se alargó 14 horas a casi 20 grados bajo cero.
El enfermero murciano se trae el agradecimiento de cientos de familias turcas y la fuerte convicción de que en este tipo de catástrofes la solidaridad está por encima de las nacionalidades.
