No existe evidencia científica que los cañones antigranizo influyan sobre la lluvia y el granizo

Hace 15 días, durante el anterior episodio de tormentas que tuvimos en la región, un numeroso grupo de agricultores de Jumilla se concentró a las puertas del cuartel de la Guardia Civil para denunciar la ubicación de los "cañones antigranizo" a los que atribuyen la ausencia de lluvias en la comarca. Desde el SEPRONA, el Servicio de Protección a la Naturaleza de la Benemérita, nos han explicado en qué consiste su intervención ante este tipo de denuncias. Lo que los agentes del SEPRONA pueden hacer, nos dicen, es solicitar a los propietarios de esos dispositivos toda la documentación de que disponga y dar traslado de ella a la Confederación Hidrográfica del Segura, para que sea el organismo de cuenca quien tome una decisión.

Así se plantea un dilema porque lo que la norma establece es que cualquier aparato que pueda modificar el ciclo hidrológico -es decir, que pueda provocar o evitar lluvias- requiere de una autorización expresa de Confederación Hidrográfica para operar. Y ahí está la duda, aunque los fabricantes de los cañones antigranizo se publicitan asegurando que su dispositivo es capaz de impedir el pedrisco, todos los informes que ha elaborado la Agencia Estatal de Meteorología insisten en que no hay ninguna evidencia científica de que las explosiones sónicas que emiten tengan la más mínima influencia sobre la formación de granizo, ni mucho menos sobre el régimen de precipitaciones. Así que, si el aparato no sirve para nada, tampoco necesitaría una autorización de Confederación. Nos lo explicaba desde el SEPRONA el sargento José Antonio Fernández.