Se inicia oficialmente el trámite administrativo para lograr la declaración de Bien de Interés Cultural del monumento en el plazo de dos años
PABLO RODRÍGUEZ
Huermur celebra que la Consejería de Cultura dicte una resolución expresa incoando la iglesia de las monjas Dominicas de Santa Ana como Bien de Interés Cultural, tras años de quejas, escritos y una investigación del Defensor del Pueblo por los retrasos en la tramitación desde 2017.
La entidad conservacionista señala que con esta decisión se inicia oficialmente el trámite administrativo para que este convento, que será considerado también monumento, se declare BIC mediante un acuerdo del Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma en el plazo de dos años, según indica el presidente de la asociación, Sergio Pacheco.
Este conjunto monástico pertenece a la rama femenina de la Orden Dominica, y está situado en pleno centro de la capital murciana. El convento, uno de los más representativos del barroco, tiene su origen en el siglo XV, aunque el que hoy se puede contemplar data del siglo XVIII. Pacheco remarca también la excepcionalidad del rico conjunto de bienes especialmente vinculados a este inmueble, ya que atesora destacadas muestras de escultura y pintura de la época así como elementos de patrimonio textil, de orfebrería, joyería y bibliográfico-documental.
La extensa resolución emitida por Cultura tras la solicitud de la asociación incluye un amplio entorno de protección del convento con su huerto, lo que garantiza que su paisaje urbano no se vea alterado o se provoque en él una degradación que afecte a los valores del monumento.
