La joven asesinada había denunciado a su expareja, que tenía una orden de alejamiento y fue quebrantada, otra de busca y captura, y una tercera de ingreso en prisión. A pesar de ello, el hombre estaba en libertad
Hanane, la joven de 34 años asesinada presuntamente por su expareja en Cieza, hizo todo lo que se le pide que haga a una víctima de la violencia machista, no callarse, denunciar, varias veces si es necesario. A pesar todo, su cuerpo fue encontrado el sábado en un pozo a 8 metros de profundidad y cubierto de piedras. En días como hoy cuesta, pero el mensaje a quienes sufren la violencia de género debe ser el mismo: hay que denunciar.
La asesinada denunció a su expareja en 2019 y un juzgado, el de violencia de género de Cieza, estableció una orden de protección y le prohibió acercarse o contactar con ella. En agosto de 2022 Hanane volvió a formular una denuncia por quebrantamiento de la medida cautelar. Ahí se abrió un segundo procedimiento contra su presunto asesino que no compareció en el juzgado, por lo que se ordenó su busca y captura.
Después, en mayo de este año un juzgado de lo Penal de Murcia lo condenó por malos tratos a una pena de 10 meses de prisión y la prohibición de acercarse a la mujer. Se mantuvo también la orden de protección y las medidas cautelares.
El abogado penalista, Jorge Novella, considera que algo falló en el sistema. En este caso, este hombre con condena previa y orden de alejamiento debería haber sido detenido.
Este penalista reitera el mensaje a las víctimas: es imprescindible denunciar.
Recordamos que el presunto asesino está en prisión provisional sin fianza. Se le investiga por un delito de homicidio y otro de quebrantamiento de medida cautelar. La víctima tenía una hija de seis años. Salió de su casa el jueves para hacer la compra y ya no regresó.
