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Varios centenares de detenidos tras el asalto a los poderes del Estado en Brasil

Los manifestantes, que ya han sido desalojados, tenían el objetivo declarado de derrocar a Lula da Silva. Bolsonaro niega su implicación

AGENCIAS
08 ENE 2023 - 21:21
Actualizado:
09 ENE 2023 - 07:05
Simpatizantes de Bolsonaro invaden el Congreso, el palacio presidencial y el Supremo de Brasil
Seguidores de Bolsonaro toman las sedes de la Presidencia, el Congreso y el Tribunal Supremo Federal de Brasil en Brasilia - Télam

Las autoridades brasileñas han informado de que han sido detenidos varios centenares de personas tras el asalto a las sedes de los tres poderes del Estado por parte de simpatizantes de Jair Bolsonaro que demandaban un golpe de Estado.

El ministro de Justicia brasileño, Flávio Dino, ha explicado en un balance que hay "aproximadamente 200 personas detenidas", aunque continúan las labores por encontrar a los sospechosos.

Además, ha agregado que hay al menos 40 buses incautadas, "porque son instrumentos para perpetuar los delitos". "Ya identificamos todos los buses que fueron a Brasilia y todos los financiadores de esos buses", ha afirmado en declaraciones recogidas por la cadena de televisión brasileña O Globo.

Por su parte, el gobernador del Distrito Federal de Brasilia, Ibaneis Rocha, ha señalado que "más de 400 personas ya han sido detenidas y pagarán por los delitos cometidos". "Seguimos trabajando para identificar a todos los demás que participaron en estos actos terroristas esta tarde en el Distrito Federal. Seguimos trabajando para restablecer el orden", ha agregado Rocha.

Los sospechosos quedan a hora pendientes de una audiencia de custodia que decida sobre su detención definitiva, según ha informado O Globo. Los detenidos se encuentran en dependencias de la Policía Civil del Distrito Federal, concretamente en el Departamento de Policía Especializada, donde se espera la llegada de más sospechosos.

La mayoría están siendo arrestadas por el Artículo 359-M del Código Penal, que prevé entre 4 y 12 años de prisión por "tentativa de destitución de un gobierno legítimamente electo".

Lula visita el escenario del asalto

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, está visitando Brasilia, que ha sido escenario este domingo del asalto. Lula ha visitado el Palacio del Planalto, sede del Gobierno Federal, así como el Tribunal Supremo, donde se ha reunido con la presidenta del mismo, Rosa Weber, y varios ministros.

La visita del mandatario ha servido para analizar la destrucción de las oficinas de los poderes, ya que los simpatizantes del exdirigente habrían roto parte del patrimonio, según ha podido saber la cadena de televisión brasileña O Globo.

"Los golpistas que han promovido la destrucción de bienes públicos en Brasilia están siendo identificados y serán sancionados", ha explicado posteriomente Lula, que ha anunciado que el trabajo se retomará el lunes. "Democracia siempre", ha agregado.

Lula, además, ha convocado este lunes a los 27 gobernadores de los estados brasileños a una reunión de emergencia para abordar la invasión de las sedes de las instituciones democráticas.

Bolsonaro niega su implicación

El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro ha negado su responsabilidad en el asalto a las instituciones en Brasilia por parte de sus simpatizantes.

Bolsonaro, más de siete horas después del ataque a los edificios públicos, ha asegurado que durante su mandato "siempre" ha cumplido con la Constitución, "respetando y defendiendo las leyes, la democracia, la transparencia y la sagrada libertad".

"Además, repudio las acusaciones, sin pruebas, que me atribuyó el actual jefe del Ejecutivo de Brasil (Luiz Inácio Lula da Silva)", ha escrito el exmandatario en una serie de mensajes publicados en su perfil de la red social Twitter.
 

Asalto

Cientos de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro ha superado las barreras policiales y han invadido la sede del Congreso brasileño, la del palacio presidencial, el Palacio de Planalto, y la sede del Tribunal Supremo Federal en Brasilia en el marco de una manifestación contra el nuevo presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.

Los participantes en la protesta han superado las barreras policiales y arrancado alambradas a pesar de que la Policía ha empleado gas pimienta y otros medios antidisturbios. Los manifestantes tienen el objetivo declarado de derrocar a Lula y a su vicepresidente, Geraldo Alckmin.

Los manifestantes se habían concentrado este domingo frente al Cuartel General del Ejército, en el centro administrativo de Brasilia, y han marchado hasta la Explanada de los Ministerios, donde decenas de participantes se han encaramado al edificio sede del Congreso.

Más tarde se han dirigido a la sede presidencial y a la del Supremo, donde han invadido el plenario del tribunal. Han trascendido imágenes de los manifestantes provocando importantes destrozos dentro de los edificios.

Así se han podido ver imágenes de personas manifestantes vestidos de verde y amarillo arrancando sillones del Congreso o rompiendo cristales y mesas de la sede del Tribunal Supremo Federal. La llegada de efectivos de la Policía Militar a la explanada ha sido aplaudida por los manifestantes.

Lula ordena intervenir la seguridad de Brasilia para frenar a los "vándalos"

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha firmado un decreto para que el Gobierno federal asuma las competencias de seguridad en el distrito federal de Brasilia, después del asalto de "vándalos" contra las principales instituciones políticas y judiciales del país.

Desde el estado de Sao Paulo, adonde Lula había viajado para supervisar los estragos causados por las inundaciones, el mandatario ha condenado la violencia de las últimas horas, que "no tiene precedentes". "Nunca se ha hecho en la historia de este país", se ha lamentado durante un discurso en el que ha recordado sus propias derrotas electorales.

"Todos los vándalos serán encontrados y castigados", ha dicho el mandatario, antes de leer de viva voz los detalles de un decreto que implica la intervención sobre las competencias que teóricamente le competen a Brasilia, cuya labor había sido puesta en duda por el oficialismo tras el caos vivido en las calles de la capital.

Los simpatizantes de Bolsonaro han acampado frente a diferentes cuarteles de las Fuerzas Armadas brasileñas para exigir un golpe de Estado para "salvar Brasil" y deponer a Lula, vencedor de las elecciones de octubre de 2022.

Las fuerzas de seguridad no han disuelto estas concentraciones tampoco frente al Cuartel General del Ejército en Brasilia, punto de partida de la manifestación que ha terminado con la toma del Congreso. Las acampadas comenzaron tras confirmarse la derrota electoral de Jair Bolsonaro frente a Lula.

Brasil vive su particular asalto al Capitolio

El caldo de cultivo de lo que ha acontecido este domingo deriva del pasado proceso electoral, cuando Bolsonaro y Lula se enfrentaron a dos vueltas por una Presidencia que el primero de ellos entendía que sólo podía ser suya. Así, agitó sin pruebas sospechas de fraude electoral y guardó un inédito silencio cuando cerraron los colegios el 30 de octubre y las urnas no le dieron la razón.

Hubo menos de dos puntos de diferencia entre ambos candidatos y el mandatario saliente obtuvo 58,2 millones de votos, más de los logrados cuatro años antes, lo que daba cuenta de hasta qué punto seguía siendo un dirigente popular entre un amplio sector de votantes; bien por convencimiento de sus dogmas ultraconservadores o por animadversión hacia Lula y todo lo que representa el Partido de los Trabajadores (PT).

El silencio de Bolsonaro tras el cierre de los colegios electorales dio pie a una ola de protestas marcadas por el bloqueo de carreteras. Pasaron varios días hasta que el presidente saliente se comprometió a iniciar la transición, aunque lo hizo con la boca pequeña y sin reconocer abiertamente que había sido derrotado --sigue sin hacerlo a día de hoy--.

Lula prometió que en los primeros compases de su mandato tomaría medidas contra quienes siguen negándose a reconocer su victoria, en un momento en que grupos de 'bolsonaristas' seguían reclamando frente a los cuarteles una potencial intervención de las Fuerzas Armadas. También se han llevado a cabo operaciones para desarticular supuestos planes violentos.

El propio Bolsonaro salió del país antes del cambio de mando el 1 de enero, en un desplante que medios de comunicación locales atribuyeron al posible temor a una posible medida contra él. Viajó rodeado de asesores a Florida, donde continúa a día de hoy, y no ha dado muestras de volver a corto plazo.

La sombra de Trump

La elección de Florida como destino ocasional no parecía casual, habida cuenta de que es allí donde tiene su mansión su amigo y aliado político Donald Trump. Ahora, las similitudes entre los discursos de Bolsonaro y Trump suben un nuevo nivel, ya que son seguidores de ambos líderes los que han protagonizado sendos ataques al Congreso con dos años de diferencia.

Si el 6 de enero de 2021 cientos de 'trumpistas' irrumpieron en el Capitolio para cuestionar la victoria electoral del demócrata Joe Biden, este 8 de enero de 2023 han sido los 'bolsonaristas' quienes han intentando tomarse la justicia política por su mano, aunque en este caso con ataques coordinados contra otras instituciones en Brasilia.

Como entonces, también ha habido silencio por parte del principal instigador de estas movilizaciones, bien por acción o por omisión. Bolsonaro sí intentó desmarcarse antes de irse de Brasil de complots terroristas atribuidos a algunos simpatizantes radicales, pero también criticó que se quisiera demonizar a su base política. Fueron sus últimas declaraciones, pronunciadas el 30 de diciembre y por Internet.

Condena internacional

El asalto a las sedes de los tres poderes brasileños ha sido condenada de inmediato a nivel internacional tanto por gobernantes afines a Lula como por dirigentes de la derecha.

El primero en pronunciarse en redes sociales ha sido el presidente de Colombia, Gustavo Petro, para pedir la aplicación de la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA). "Es hora urgente de reunión de la OEA si quiere seguir viva como institución y aplicar la carta democrática", ha publicado Petro en su cuenta en Twitter.

"Toda mi solidaridad a (Luiz Inácio) Lula (Da Silva) y al pueblo del Brasil. El fascismo decide dar un golpe. Las derechas no han podido mantener el pacto de la no violencia", ha apuntado.

También han reaccionado el presidente de Chile, Gabriel Boric, o el de Argentina, Alberto Fernández, que han criticado el "impresentable" ataque de los bolsonaristas y la "inaceptable reacción antidemocrática que intenta imponerse en Brasil".

Por su parte, el jefe de Estado de Ecuador, el conservador Guillermo Lasso, se ha sumado a las críticas contra "las acciones de irrespeto y vandalismo" perpetradas contra "instituciones democráticas", ya que "atentan contra el orden democrático y la seguridad ciudadana". "Expreso mi respaldo y el de mi Gobierno al régimen de Lula, legalmente constituido", ha remachado Lasso.

También ha condenado los hechos Estados Unidos a través del encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en Brasil, Douglas Koneff. "La violencia no tiene cabida en ninguna democracia. Condenamos contundentemente los ataques a las instituciones de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial en Brasilia, que son también un ataque a la democracia. ¡No existe justificación para estos actos!", ha apuntado Koneff.

Desde el otro lado del Atlántico, el Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, se ha mostrado "consternado" por "las acciones de violencia y la ocupación ilegal" de instituciones a manos de miles de "extremistas", mientras el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha expresado su "absoluta condena" al asalto.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha condenado con rotundidad el asalto de cientos de simpatizantes del expresidente brasileño Jair Bolsonaro al Congreso en el marco de una manifestación contra el nuevo presidente Luiz Inácio Lula da Silva, al tiempo que ha mostrado su apoyo a su homólogo brasileño y ha instado a recuperar la "normalidad". "Todo mi apoyo al presidente @LulaOficial y a las instituciones libre y democráticamente elegidas por el pueblo brasileño. Condenamos rotundamente el asalto al Congreso de Brasil y hacemos un llamamiento al inmediato retorno a la normalidad democrática", ha escrito Sánchez en un mensaje en Twitter

El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha manifestado el apoyo de la formación al pueblo brasileño y ha hecho un llamamiento al "inmediato reestablecimiento del orden constitucional" sin ceder ante los "populismos". "No se puede ceder ante los populismos y la radicalidad, que intentan socavar el respeto a las instituciones, la democracia y las libertades públicas", ha publicado en un mensaje en Twitter el líder 'popular'.

 

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