Escucha el reportaje elaborado por David García, estudiante de periodismo en prácticas en ONDA REGIONAL, que acompaña durante una noche a un equipo del Servicio de Emergencia Móvil del ayuntamiento de Murcia
DAVID GARCÍA
Son las nueve de la noche y sale una expedición del SEMAS. En la salida viajan José Morales, coordinador del servicio, Eugenia, trabajadora social, y su compañero policía, Miguel. La primera parada es el Albergue de Jesús Abandonado para recoger algunos recursos para una familia en condiciones de infravivienda.
La casa está en medio de la huerta. Al rato de estar llamando una niña se asoma. Después nos abre un hombre. Hay escombros en la escalera que dificultan subir al piso, un pasillo estrecho y un perro revoloteando de un lado a otro. La cocina con platos sin lavar y apenas dos muebles. En las habitaciones ropa sucia y un par de colchones por el suelo. En apenas 60 metros viven dos padres, seis hijos y dos mascotas.
Una vez entregados los alimentos, las mantas y la ropa, comienza la "operación frío". Durante las siguientes dos horas llevan el vehículo callejeando por Murcia y parando a atender a quién se encuentran. Cada parada es un mundo. Desde las personas que nunca sospecharías que viven en la calle hasta las personas extranjeras con las que se hace difícil la comunicación.
Acaban el servicio a medianoche. En tan solo 3 horas han facilitado alimentos y ropa a una familia en medio de la huerta, han atendido a más de una docena de personas viviendo en la calle y han trasladado a dos de ellos a un albergue.
El SEMAS (Servicio de Emergencia Movil de Atención Social) lleva asistiendo a las personas vulnerables de Murcia más de 25 años. Y esta es solo una de las noches de las
365 que hacen cada año.
