El comité de apoyo teme que las trabajadoras del sexo pasen de ser víctimas a delincuentes, especialmente en el caso de mujeres extranjeras en situación irregular
LETICIA GARCÍA/LUCÍA HERNÁNDEZ
El Comité de Apoyo a las Trabajadoras del Sexo, Cats, señalan las presiones que sufren las prostitutas por parte de la policía y que las llevan a no presentar denuncias ante casos de abusos o maltrato. Temen pasar de ser víctimas a delincuentes.
Y esto es así, principalmente, en los casos de mujeres extranjeras en situación irregular. El hecho de no tener los papeles en regla y la falta de cercanía por parte de los agentes, lleva a estas mujeres a no presentar denuncias formales.
"Si hay abusos sexuales, robos o golpes, las mujeres prefieren no denunciar porque las mujeres tienen miedo", dice Bárbara Bolaños, mediadora en Cats. Además, la situación de vulnerabilidad en estos casos es extrema, dice el portavoz de Cats. Las presiones de la policía limitan la capacidad de denunciar.
Y cuando consiguen regularizar su situación o abandonar la prostitución, la cosa no mejora si acumulan multas. Fuensanta Gual es presidenta de Cats: "Han vuelto otra vez a multar a mujeres por ejercer a la calle, sin molestar a nadie, sin cortar la circulación, sin ponerse en ropa interior. Tienen esa normativa ahora".
Vera, trabajadora del sexo, cuenta que la relación con la policía depende de la provincia donde se ejerce: "En las provincias donde se multa por ejercer en la calle la relación con la policía es muy mala, hay mucha desconfianza y a la policía se la ve como enemigos.
