Ya ha recopilado más de 20 millones de datos, lo que le permitirá prever inundaciones, detectar situaciones de crisis y conocer los niveles de oxígeno y clorofila con una semana de antelación
El 'gemelo digital' del Mar Menor de la Comunidad Autónoma permitirá prever situaciones de crisis en la laguna, así como hacer predicciones de inundaciones en su entorno.
Este proyecto, que ha recopilado ya más de 20 millones de datos, está entrenando a la inteligencia artificial para que sepa realizar esas predicciones. Se va a llevar a cabo, por ejemplo, una especie de 'Streetview' del fondo del Mar Menor.
Recordamos que el Ministerio también anunció la activación de su propio 'gemelo digital' de la laguna. La idea es que ambos se complementen.
Más de 20 millones de datos recogidos en los últimos ocho años integrados en el modelo que pretende servir para prevenir desastres y monitorizar de forma más efectiva lo que ocurre en el Mar Menor. Es el resumen de lo que ha explicado el consejero de Medio Ambiente, Juan María Vázquez, que ha presentado los avances de la plataforma del Gemelo Digital del Mar Menor que ha desarrollado el IMIDA. Alertará de lo que puede ocurrir y permitirá ensayos variando parámetros.
Esos más de 20 millones de datos están permitiendo entrenar a la Inteligencia Artificial para que sepa predecir, por ejemplo, qué zonas se pueden inundar ante determinadas situaciones meteorológicas, pero también para testar la salud del mar Menor. según ha explicado Manuel Erena, responsable del Equipo de Sistemas de Información Geográfica y de Teledetección del IMIDA.
Erena ha destacado la intención de elaborar una especie de Streetview del fondo marino, una información que será de gran utilidad para conocer la densidad de las plantas en cada momento.
El Ministerio ya anunció también la puesta en marcha de su propio 'gemelo digital'. Desde el IMIDA defienden que llevan muchos tiempo de ventaja, de recopilación de datos. Y esperan que trabaje de forma complementaria, mano a mano con el de la Comunidad.
A modo de ejemplo, Manuel Erena explicaba qué habría cambiado si, en la DANA de 2019, hubiésemos contado con esta herramienta: se podría haber evitado la mortalidad de especies que no se pueden mover, como nacras, tratando de oxigenar la zona.
