Maria Miyar, directora de Estudios Sociales de FUNCAS, reclama una mejor planificación de las políticas públicas para poder adaptarnos a la nueva realidad social del incremento de población residente en nuestro país
La población nacida en el extranjero y residente en Murcia ha aumentado en el último año casi un uno por ciento, hasta representar ya el 19,5% del total. Es un porcentaje que está algo por encima de la media nacional, aunque el verdadero cambio se observa comparando la evolución de este indicador en el transcurso de los últimos 20 años. En este tiempo, España ha pasado de ser uno de los países de la Unión Europea con menos población nacida en el extranjero, a colocarse claramente en la parte alta de la clasificación. Y ante esa tendencia, el centro de análisis económico FUNCAS ha reclamado una mejor planificación de las políticas públicas para adaptarnos a esta nueva realidad social.
La Región de Murcia es una de las comunidades que ejemplifica bien esa tendencia. Según los datos del INE y de Eurostat que maneja FUNCAS, en la Región de Murcia viven ahora mismo 300.000 personas nacidas en el extranjero. Es, prácticamente, uno de cada cinco ciudadanos de esta Comunidad explica Maria Miyar, directora de Estudios Sociales de FUNCAS.
La Región de Murcia está muy por detrás de Baleares o Cataluña, que son las regiones con mayor peso de población nacida en el extranjero, aunque presenta algunas peculiaridades que nos diferencia claramente. Aquí el porcentaje de esos extranjeros que proceden de países del continente africano llega al 37% y duplica la media nacional. También nos caracteriza la edad de la población extranjera, muy mayoritariamente en edad laboral, entre los 25 y los 49 años, y la baja cualificación y productividad de sus empleos, acorde con la estructura económica de la Región de Murcia.
Pero el mayor cambio es el que se ha producido a lo largo de las dos últimas décadas, en las que España ha pasado de tener apenas un 6% de población de origen extranjero, a superar el 18%. Una transformación profunda que, a juicio de María Miyar, no ha ido acompañada del necesario cambio en algunas políticas públicas.
No parece que esa cierta miopía ante una transformación de estas dimensiones sea exclusiva de la clase política. La propia sociedad española, dice Miyar, tampoco es muy consciente de los cambios que se han producido en estos últimos 20 años.
Afortunadamente, nos dice la directora de Estudios Sociales de FUNCAS, todo este proceso se ha realizado sin grandes conflictos, lo que diferencia claramente a España de la respuesta que otros países europeos han dado a la inmigración. María Miyar no se atreve a predecir si los discursos que ligan inmigración con delincuencia pueden romper esa paz, aunque confía en que eso no llegue a ocurrir: