El aumento del nivel de los pantanos de los que se nutre el trasvase Tajo-Segura consolida el nivel 2 y permitirá desembalses durante los próximos meses de 27 hm3
La borrasca Nelson ha aguado parte de la Semana Santa, que acaba de terminar, pero ha supuesto un alivio sustancial para unas cuencas hídricas maltrechas. Ha elevado el nivel de la cabecera del Tajo, de la que se nutre el trasvase Tajo-Segura, por encima de los 1.000 hectómetros cúbicos, consolidando aquel sistema en nivel 2 y permitiendo desembalses durante los próximos meses de 27 hectómetro cúbicos. Las lluvias en la cuenca del Segura han sido más discretas pero las suficientes para generar una imagen que hacía años que no veíamos.
Las lluvias caídas en las últimas horas han copado su nivel máximo de almacenamiento del embalse de Las Anchuricas, situado en la Cuenca del Segura y enclavado en el municipio jienense de Santiago de Pontones, y ha sido necesario liberar caudal por encima de las compuertas. Este embalse de gestión privada tiene una capacidad de 6 hectómetros cúbicos y, en cualquier caso, su situación no es extrapolable a lo que sucede en el resto de la cuenca. Casi el 80% de su superficie se encuentra en situación excepcional por sequía extraordinaria.
Aunque hoy está previsto que se actualice el índice de escasez del sistema, algo que se hace cada dos semanas, no se prevé que se reduzca hasta un nivel tal que permita salir de esa declaración de sequía extraordinaria, que ha permitido abrir los pozos del Sinclinal de Calasparra.
La cuenca del Segura, según el último balance del Ministerio para la Transición Ecológica, se encontraba casi al 21% de su capacidad. En este momento los embalses que se encuentran en una mejor situación son los del Azud de Ojós, el Argos, el Talave, el de la Cierva, el de Puentes y el Alfonso XIII.
Así desagua el embalse de Las Anchuricas, en el Río Segura
— Santiago-Pontones (@DescubreSanPont) March 31, 2024
Juan Parra pic.twitter.com/Tq1dJTNPnq
