El presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Mario Urrea, señala que el final del año hidrológico en septiembre va a ser difícil. En septiembre se volverá a convocar la Comisión Extraordinaria de Sequía
Las precipitaciones esperadas no van a solucionar los problemas que arrastra la Cuenca del Segura. Y es que, desde que el 15 de agosto se declarara la situación de sequía extraordinaria, las reservas en los pantanos no han hecho más que descender. En estos momentos, según ha contado a Onda Regional el presidente de la Confederación Hidrográfica, Mario Urrea, sólo quedan 62 hectómetros cúbicos disponibles en cabecera para riego. Si nada cambia hasta finales de mes, al inicio de septiembre se volverá a convocar la Comisión Extraordinaria de Sequía.
Urrea señala que el final del año hidrológico en septiembre va a ser difícil y no descarta la posibilidad de que se llegue a la situación de embalse muerto, es decir, por debajo de los 40 hectómetros cúbicos, de forma que no habría agua para riego.
Para intentar aliviar la precariedad de los embalses de la cuenca del Segura, apenas 200 hectómetros cúbicos totales y un 18% de agua almacenada, ya se ha empezado a abrir la batería estratégica de los pozos de sequía. De momento son cinco que aportan cada día 47.000 metros cúbicos de agua.
Dice el presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura que aunque no sea una cantidad muy relevante sí podría preservar en parte las reservas en los embalses de la demarcación hasta final del año hidrológico.
