No podrán dispensar la versión genérica y la sanidad pública tendrá que pagar más por la versión comercial
Desde mañana viernes las farmacias de la Región dejarán de dispensar la versión genérica del Apixabán, uno de los anticoagulantes de acción directa más vendidos en España y habitualmente recetado a pacientes con patologías cardiacas.
El motivo hay que buscarlo en una pelea por la patente de ese medicamento entre la productora del genérico, Teva, y el gigante farmacéutico BMS, que fue el primero en utilizar este principio activo, el Apixabán, en un medicamento comercial, el Eliquis.
La principal consecuencia no será para los pacientes, que tienen garantizado el acceso a este tratamiento, sino para la sanidad pública, que va a tener que pagar mucho (tanto como el doble) por la versión comercial.
Tanto el genérico de Teva como el Eliquis comparten el mismo principio activo el Apixabán, que se ha ido imponiendo progresivamente al popular Sintrón porque ofrece más seguridad y estabilidad, aunque también es más caro.
Y, a partir de mañana, mucho más, porque el Eliquis cuesta casi el doble que la fórmula genérica, 81 euros frente a 45 euros. Las consecuencias para el erario público no son pequeñas. El apixabán representa el tercer mayor gasto para la sanidad pública. Se calcula que el recurso al medicamento genérico permitía ahorrar cada día unos 380.000 euros.
¿Cómo afectará esto a los pacientes que se están tratando con Apixabán? Pues, en principio, de ninguna manera: los propios médicos piden calma y señalan que no han recibido ninguna notificación desde la Consejería de Salud recomendando un cambio de tratamiento. Simplemente recetarán el anticoagulante comercial, el Eliquis.
De fondo, la batalla legal continúa. Teva, la productora de genérico ya ha ganado pleitos contra BMS en Irlanda, Reino Unido y Portugal, donde sí puede comercializar su propia versión del Apixabán. Y, en el peor de los casos, la patente del Eliquis vence en 2026.
