A cambio, proponen perder esas jornadas de la próxima campaña, según ha explicado el presidente del sector en la Región
Los pescadores de toda España, entre ellos los de la Región, han solicitado a Secretaría Marítima que les permita terminar la temporada de pesca de gamba roja, aunque a cambio, perderán las jornadas que hagan ahora en la próxima campaña. Lo ha explicado el presidente de las cofradías de pescadores de la Región, Bartolomé Navarro tras la reunión que ha mantenido en la consejería para analizar la situación que atraviesa el sector.
El cierre de la pesquería de gamba roja en el Mediterráneo se ha fijado para este mismo viernes tras haberse agotado el cupo total asignado a España, sin embargo, a la campaña apenas le restan 8 o 9 días y el objetivo es conseguir agotarla, aunque eso tendrá como consecuencia, reducir el número de jornadas en el próximo ejercicio. Lo explica el presidente de las cofradías de pescadores de la Región, Bartolomé Navarro
Este miércoles los cofrades mayores de la Región se han reunido en la consejería con el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, y con la consejera del ramo, Sara Rubira. Rubira ha explicado que el acuerdo alcanzado en Bruselas el pasado martes, es más bien una condena porque la única esperanza que les queda a los pescadores para poder seguir faenando 135 días como hasta ahora, es realizar una serie de cambios en las artes de pesca que les supondrán importantes inversiones. Por eso, desde la Comunidad exigen al ministerio una serie de ayudas
Esas inversiones tienen que ver con la colocación en los barcos de las llamadas puertas voladoras para reducir el efecto del surco en el lecho marítimo, la puesta en marcha de una veda entre los 100 y 500 metros durante seis semanas consecutivas entre mayo y septiembre, algo que ya hacen los pescadores de la Región, o la sustitución de las mallas actuales de 40 milímetros por otras de 45 o 50 mm, algo a lo que no están dispuestos porque, aseguran, perderían hasta el 60% de las capturas legales
Los pescadores recuerdan que el mediterráneo tiene dos orillas y que, mientras a ellos les imponen una normativa cada vez más restrictiva, ven como en la orilla africana, países como Marruecos o Argelia están aprovechando para ampliar sus flotas pesqueras.