"Son datos que están poniendo de manifiesto el cambio climático y que la pobreza energética también ocurre en verano", resalta José Antonio Serrano, jefe del servicio de Urgencias del Hospital Morales Meseguer
1.356 personas podrían haber fallecido en el mes de julio y en lo que va de agosto en España debido a las altas temperaturas. Son datos del Instituto de Salud Carlos III. La semana del 22 de julio al 28 de julio fue la más crítica, con 335 muertes atribuibles a las altas temperaturas. En agosto, los días más complicados fueron del 1 al 3, con entre 91 y 98 muertes diarias por el calor.
765 personas fallecieron en julio debido a las altas temperaturas y 591 en lo que llevamos de agosto. El calor afectó especialmente a personas mayores de 65 años, con 744 defunciones en julio, de las cuales 507 fueron personas mayores de 85 años. Junto con bebés, embarazadas y enfermos crónicos son los colectivos más vulnerables. Un problema al que muchas veces se suma el de la pobreza energética en los hogares, que provoca una aumento de estas muertes.
"Son datos relevantes, que están poniendo de manifiesto el cambio climático y que la pobreza energética también ocurre en verano", resalta José Antonio Serrano, jefe del servicio de Urgencias del Hospital Morales Meseguer.
Ante el calor extremo, el Ministerio de Sanidad y los profesionales recomiendan mantenerse hidratado y evitar esfuerzos físicos, así como bebidas alcohólicas y azucaradas.
Para evitar el golpe de calor, también es importante reconocer los síntomas: agotamiento, dolor de cabeza, náuseas, mareo, sudoración, piel fría y húmeda, pulso rápido y débil o fiebre. Y, "ante el más mínimo síntoma de mareo o cansancio, abandonar e irte a un lugar refresco donde puedas recuperarte", recomienda Serrano.