Muchos de los elementos de la fachada, obra de mediados del siglo XVIII, estaban más dañados de lo previsto inicialmente, lo que ha encarecido los trabajos
Las obras de limpieza y restauración que se están llevando a cabo en la fachada de la Catedral de Murcia tendrán un importante sobrecoste, casi duplicando el presupuesto inicial, que se calculó en 1,2 millones de euros, mientras que el importe total va a superar los 2 millones, según ha indicado este lunes el obispo, José Manuel Lorca Planes.
Al parecer, ha explicado, muchos de los elementos de la impresionante fachada barroca, obra de mediados del siglo XVIII del arquitecto Jaime Bort, estaban más dañados de lo previsto inicialmente, lo que ha encarecido los trabajos.
En urna rueda de prensa sobre las nuevas rutas de arte barroco organizadas por el Ayuntamiento, el obispo ha detallado que “el tiempo es un factor muy importante” en la conservación de la fachada, y sobre todo la parte superior del imafronte está muy expuesta a las inclemencias meteorológicas lo que ha llevado a que muchos de sus elementos estén muy deteriorados.
Ante esa situación, la Diócesis de Cartagena podía optar por llevar a cabo una simple limpieza, como estaba previsto inicialmente, o por “asegurar” esos elementos dañados para garantizar su conservación, y se ha optado por esta segunda vía.
“Pido comprensión y tranquilidad”, ha dicho Lorca, que ha subrayado que mantiene la “esperanza” de llegar a un buen resultado final de esta intervención histórica, la primera que se lleva a cabo desde que fue construida la fachada, si bien ha bromeado sobre las dificultades que se plantean ahora para sufragar los costes: “No sé si jugar a la lotería”, ha dicho, entre risas.
En cuanto a las visitas guiadas que permiten recorrer los 36 metros de altura de la fachada para ver en directo los trabajos, ha mostrado su agradecimiento por la “buena acogida” ciudadana que están teniendo, pero ha apuntado que no serán suficientes para costear los trabajos.
Las visitas tienen un precio de 10 euros por persona, con los que la Diócesis debe cubrir también los costes de los cinco trabajadores que se han contratado como guías para hacer este recorrido.
“No digo que [la obra de la fachada] vaya a ir mal, porque va a quedar extraordinariamente, pero el que va a terminar mal, va a ser un servidor”, ha dicho, apuntando que se siente “absolutamente abrumado” por el sobrecoste, y ha bromeado con que habrá que ir a visitarlo “a Sangonera o a Campos del Río”, donde se ubican las prisiones regionales.
