El entomólogo y profesor apuesta por la prevención y la identificación de casos en animales antes de que afecten a los humanos
JAVIER BASTIDA
La presencia del virus del Nilo en nuestro país no es algo extraño, según los expertos. Lo que si llama la atención es el alto número de casos humanos notificado en la primera quincena de agosto. De momento, el virus se está concentrado solo en una parte del país: Andalucía, y de forma más concreta la provincia de Sevilla. Esto se debe a que los recientes episodios de olas de calor, unidos a la alta cantidad de agua estancada, procedente de la inundación de un cultivo de arrozales, están propiciando un ecosistema muy favorable para la proliferación de los mosquitos que transmiten la fiebre del Nilo.
Este virus no se trasmite entre personas. Solo lo hace de manera muy puntual por transfusiones y trasplantes, pero nunca por contacto directo. La enfermedad llega a los humanos tras la picadura de un mosquito, el cual ha sido infectado previamente por un ave, que es el el único animal que tiene este virus en sangre en suficiente cantidad como para permitir que el mosquito se alimente.
Es por esto, por lo que los expertos argumentan que la principal medida a tomar es reforzar los programas de control de estos mosquitos, no solo en los núcleos urbanos, sino también en las grandes acumulaciones de agua estancada. Rubén Bueno, entomólogo y profesor del Área de Parasitología de la Universidad de Valencia, recomendaba el empelo abundante de repelentes y mosquiteras, así como, evitar dichos estancamientos de agua.
A tenor de los datos que se manejan hasta el momento (alrededor de 30 casos confirmados y tres fallecidos), los expertos no descartan que el virus aparezca en otras comunidades españolas. Para evitar esto, Bueno apunta que la clave se encuentra en detectar el virus en circulación en algunos animales antes de tener casos humanos.
Con todo, la amplia mayoría de casos detectados son leves o incluso asintomáticos, por lo que los expertos piden tranquilidad pues aseguran que no es una situación anómala. Del mismo modo, Rubén Bueno añadía que "la eliminación total del virus no es un objetivo real, pero si trabajamos en prevención de forma intensa vamos a ser capaces de limitar mucho la transmisión".
En la actualidad, el tratamiento de la enfermedad es de soporte, pues aunque se han estudiado diversas alternativas, ninguna ha demostrado beneficios específicos, y tampoco existe vacuna para humanos. Lo que sí existe es una vacuna preventiva para caballos, pues de forma ocasional e incluso accidental puede pasar al ser humano. Es por esto por lo que se puede afirmar que existen las bases para poder desarrollar en el futuro ese tipo de vacuna en humanos.
