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Cánovas: "Si los bajos comerciales los convertimos en viviendas en zonas inundables estamos construyendo ratoneras"

Fulgencio Cánovas, profesor de la Universidad de Almería, asegura que no es razonable permitir la transformación de bajos comerciales ubicados en zonas inundables en viviendas, como está pasando en Murcia

PACO MARTÍNEZ
15 NOV 2024 - 19:57
" Si lo bajos comerciales los convertimos en viviendas en zonas inundables, estamos construyendo ratoneras"
Bajo comercial transformado. ORM
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Cánovas: "Si los bajos comerciales los convertimos en viviendas en zonas inundables estamos construyendo ratoneras"
01:48

Un estudio dirigido por el profesor Fulgencio Cánovas de la Universidad de Almería y publicado en una revista científica de referencia internacional, concluye que la huerta de Murcia y la Vega Baja son dos de los puntos más expuestos al riesgo de inundaciones de todo el país y que la capital de la región es el segundo municipio con más población amenazada por las consecuencias de una riada, en torno a 300.000 personas.

Los cálculos para todo el país, señalan que hay más de 3.000.000 de personas viviendo en zonas inundables y que los daños potenciales podrían superar los 122 mil millones de euros. Y, sin embargo, las administraciones locales parecen ser muy poco sensibles a ese riesgo. Dice el profesor Cánovas que en este país "olvidamos muy rápido" las consecuencias de una avenida, y dejamos pasar la oportunidad de adoptar medidas preventivas que son realmente sencillas. Nos pone un ejemplo: no es razonable permitir la transformación de bajos comerciales ubicados en zonas inundables en viviendas, como está pasando en algunas calles de la ciudad de Murcia. Estamos, dice, "construyendo ratoneras", y lo hemos podido ver hace dos semanas en Valencia.

Cánovas reclama una planificación urbanística mucho más rigurosa a la hora de tener en cuenta los riesgos de una inundación. No es difícil, dice, porque los mapas que detallas las zonas amenazadas están al alcance de cualquiera, y los planes de ordenación urbana pueden ser modificados utilizando procedimientos relativamente sencillos y rápidos. Sólo falta más voluntad política.

Las consecuencias de no hacerlo, las hemos visto hace quince días, cuando las escorrentías barrieron poblaciones en las que apenas había llovido. Hay que tener en cuenta, nos dice Fulgencio Cánovas, que las decisiones que se toman sobre el territorio pueden hacer que una avenida se diluya o que se convierta en un auténtico tsunami de enorme capacidad destructiva.

 

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