La entrada al mirador

Buenas tardes

 

Hoy nos vamos a acordar mucho de ferias y romerías porque nos hemos quedado sin las de Murcia, pero también sin las de Lorca o Yecla, las fiestas de Molina de Segura, o los cacharritos en el paseo de Lo Pagán. Ha sido un verano sin feria, sin vendedores ambulantes de algodón de azúcar y sin coches de choque y todo eso nos ayudaba a llevar mejor el síndrome postvacacional, que ya saben que no es una enfermedad si no un estado de ánimo chungo que nos da cuando nos damos cuenta de que no hemos hecho ni la mitad de lo que queríamos hacer en vacaciones.

 

Ahora sí que se acabó el verano. A veces coincide además, que se va la Virgen y se pone a llover y de pronto nos damos cuenta de que solo tenemos sandalias, pantalones cortos y vestidos en el armario y que todos los paraguas están rotos, o nos los hemos dejado en casa de alguien. Por cierto, parece que en la región podría llover a finales de semana así que vayan pensando en el paraguas, que les da tiempo. 

 

Otros años nos da miedo la rutina y este año estamos deseando recuperarla, pero no hay manera. Íbamos a volver al colegio, teníamos ya los libros forrados, el material comprado y al niño o niña concienciado y nos lo retrasan una semana… Y ahora que ya empiezan, resulta que en realidad no, la mayoría está en un periodo de adaptación y van un día sí y otro a lo mejor no, y no hay comedor, y hay que seguir tirando de ayuda de abuelos o de quien sea porque no hay manera de volver a la rutina.   

 

Hemos vuelto al trabajo pero nos han puesto más lejos de nuestros compañeros, con mamparas por en medio y con mascarilla y no hay quien se aclare, que ya saben que hay quien dice que a los murcianos con mascarilla no se nos entiende. Así que hablamos a gritos o a través del whatsapp. No sé cómo se estarán apañando los profesores para entender a los niños, vamos a acabar poniendo de moda de nuevo las señales de humo o el lenguaje de las banderas. 

 

El caso es que hoy deberíamos estar dejando a la Virgen de la Fuensanta en su santuario y recuperándonos de la feria para volver a la rutina, pero ni romería ni feria ni rutina. Como diría Forrest Gump, nunca sabes qué bombón te va a tocar, aunque me gusta más la versión de Marisol de que la vida es una tómbola y con ella empezamos el mirador de hoy