EL ROMPEOLAS. Historias de una madre imperfecta. Germana de Foix, una Reina olvidada
Una abismal diferencia de edad separaba a Fernando el Católico y Germana de Foix cuando se unieron en matrimonio. Si el monarca español ya se encontraba en la cincuentena, la reina consorte de Aragón era una jovencita de apenas 18 años. Era la mujer perfecta, fértil, para darle a Fernando el heredero varón que tanto anhelaba para alejar a Felipe el Hermoso, esposo de su hija Juana (la Loca) del trono castellano.
Pero la edad le pasaba factura al rey en su empeño reproductor, por lo que se vio obligado a recurrir a las medicinas de la época para hacer revivir su virilidad. Fernando comenzó a tomar productos afrodisíacos como la cantárida, la llamada mosca española, para mejorar su rendimiento en la cama, pero en realidad tuvieron un efecto contraproducente: agravaron sus problemas de corazón y le condujeron a la tumba el 23 de enero de 1516.