TARDE ABIERTA. López Hoyos: "Se tendría que haber mantenido el estado de alarma, estamos con un nivel muy bajo de inmunización"
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REDACCIÓN.
El presidente de la Sociedad Española de Inmunología, el doctor Marcos López Hoyos, dice que está preocupado pero no sorprendido por las imágenes que nos ha dejado el levantamiento del estado de alarma, y dice que si este tipo de comportamientos se repiten y generalizan no descarta una nueva ola de la pandemia a pesar de los avances alcanzados en la vacunación.
López Hoyos es claramente partidario de que el estado de alarma se hubiera mantenido durante algunas semanas más, pero también cree que se podía haber previsto algún tipo de respuesta ante una reacción social que era perfectamente previsible.
En una entrevista con Tarde Abierta, el presidente de la Sociedad Española de Inmunología no ha descartado la posibilidad de que comportamientos de este tipo acaben alimentando una cuarta ola tan intensa como fue la tercera, aunque en nuestro país ya esté inmunizada gran parte de la población más sensible. No hay que perder de vista, insistía, que también los jóvenes enferman y mueren por COVID.
El doctor Marcos López Hoyos también se ha pronunciado sobre el proceso de vacunación y ha dejado muy claro que no encuentra ningún impedimento para seguir administrando dosis de AstraZeneca.
Los datos, dice López Hoyos, son concluyentes: en Reino Unido, con casi cuatro millones y medio de vacunados con la pauta completa de AstraZeneca, sólo se han producido cuatro casos de trombosis. Con esa tasa, su recomendación es clara: hay que seguir administrando AstraZeneca y hay que completar con esa misma vacuna la pauta de los menores de 60 años que ya recibieron la primera dosis.
Lo que verdaderamente importa, insiste López Hoyos, es avanzar más deprisa en la vacunación y alcanzar cuanto antes un porcentaje del 70 u 80% de inmunizados. Aunque incluso entonces, advertía, no podremos bajar la guardia, sobre todo mientras la pandemia campe por sus anchas en otras zonas del planeta. El peligro, nos decía, es que cuantos más casos haya en el mundo, más mutaciones del virus habrá, y más posibilidades de que alguna de ellas pueda eludir las vacunas.
Para hacer frente a la situación en los países menos desarrollados la solución, añade López Hoyos, no es suspender las patentes de las vacunas. Ese debate podría ser interesante a largo plazo, pero hoy no resuelve el problema. Ahora la solución pasa por aumentar la producción y, sobre todo, la exportación.
