VIVA LA RADIO. Murcia, año 2772. Derecho Romano. Tengas juicios en Roma y los ganes

De esta forma, el juez tenía instrucciones muy claras sobre qué tenía que comprobar en el juicio.
Este sistema -que está en la base de nuestros juicios modernos- tenía muchas peculiaridades, por ejemplo la condena tenía que ser siempre en dinero. Por ejemplo, si un ciudadano había prestado a otro una vaca y éste no quería devolvérsela, el dueño de la vaca no podía pedirle al juez que obligaran a su vecino a entregar el animal sino que tenía que pedir que le pagara su valor. Pero como esto no era justo (porque el vecino ladrón de vacas se podía aprovechar para quedarse la vaca) se le permitía al dueño que sobrevalorase el objeto dándole un valor subjetivo. Es decir, si una vaca cuesta en el mercado 1.000 € y yo quiero recuperar mi vaca, yo puedo decirle al pretor que mi vaca vale para mí 10.000 € porque es una vaca lechera y no es una vaca cualquiera. El pretor lo incluye así en la carta al juez y el demandado se ve en la disyuntiva de devolver voluntariamente la vaca o pagarme 10.000 €.