El tenista murciano ha sido recibido en San Esteban por el presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras. Un centenar de personas lo ha esperado a la salida, para felicitarlo al grito de "¡Carlos, Carlos!".
GREGORIO LEÓN
Ha llegado al palacio de San Esteban conduciendo él mismo. Ha aparcado con prudencia, y ha accedido a la sede autonómica acompañado por su padre y su mánager, Albert Molina. Carlos Alcaraz ha completado su agenda de actos oficiales con la visita a la casa de todos los habitantes de la Región. Y ha vuelto a seducir con sus palabras humildes: "Intento transmitir también valores. Nada es imposible. Siempre hay que perseguir los sueños".
El tenista de El Palmar ha puesto en valor el trabajo de su equipo de trabajo: "No es un camino de rosas, y he logrado hacerlo gracias a ellos y a mi familia".
Alcaraz se ve capacitado para conservar el número 1 del mundo recién estrenado, con las cuatro citas donde defiende puntos hasta fin de este año 2022. Y ha aclarado que no tiene ninguna espina clavada con el episodio de París-Bercy: "Me sirvió de experiencia, por ejemplo, para enfrentarme ahora a Tiafoe, en el US Open".
El nuevo campeón del mundo ha revelado que esta noche se encontrará con sus amigos, pero que no dejará lejos el teléfono móvil, para ver el partido de Rafa Nadal y Roger Federer.
En el acto ha estado acompañado por el presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras, el consejero de Presidencia, Turismo y Deportes Marcos Ortuño y el director de Deportes, Fran Sánchez.
Después de la rueda de prensa, ha abandonado San Esteban, parándose ante todos los aficionados y fans que querían hacerse un selfie con él. Unas cien personas esperaban su salida. Su padre lo ha recogido en el coche, y abandonado la zona despidiéndose con educación y respeto hacia los que han aguardado para verlo, aunque fuera unos segundos.