Mujeres y menores integran la mayoría de las personas refugiadas de la guerra en Ucrania, que han ido creando historias en Murcia. Oksana huyó con sus hijas y nietas, y hoy por hoy asegura que no es capaz de perdonar
A Oksana Zemyak, el estallido de la Guerra le pilló ya en España. Cuando comenzó cogió una furgoneta con su pareja y salió hacia la frontera de Polonia para recoger a sus dos hijas y a sus dos nietas. Ellas ya han vuelto a su país. Ahora las noticias de una nueva ofensiva rusa, vuelven a generar dudas en una población, que según nos cuenta, ha perdido el miedo a la guerra.
El 24 de febrero de 2022, Europa contenía el aliento ante las imágenes de la gran ofensiva rusa en territorio ucraniano. Durante los días siguientes, las imágenes de la población civil intentando abandonar el país se sucedían y en ese contexto, Oksana no lo pensó, se cruzó Europa y recogió a sus hijas y nietas. Allí dejó eso sí a parte de su familia, entre ellos a su yerno que está en el frente desde el principio. Reconoce que ha sido un año muy duro.
Una vez aquí, la solidaridad de los vecinos de Murcia les ayudó a salir adelante, aunque lamenta que esa ayuda no vino de la mano de las administraciones.
El pasado mes de octubre sus hijas y nietas volvieron a su país. Son residentes en la ciudad de Leópolis, que ha resultado menos afectada que otras. Allí cuentan con calefacción, electricidad, comercios y es posible hacer una vida casi normal. Eso sí, reconoce que viven con la maleta preparada por si tienen que volver a salir huyendo. Ahora, las noticias de una nueva ofensiva rusa, pone en alerta a todo, aunque según Oksana, la sensación ya no es de pánico. Se han acostumbrado a la guerra
Esta guerra supondrá un cambio político y estratégico en esta zona de Europa. Ya nada volverá a ser igual en el este. Oksana reconoce que no es capaz de perdonar y que procura no mantener ninguna clase de relación con ciudadanos rusos.
